Luego de conocerse que la planta de tratamiento de agua de Huachipa se viene cayendo a pedazos, la Contraloría General de la República prepara acciones de control para iniciar una investigación y denunciar a los responsables del deterioro de esta gran obra, que beneficiaría a 2 millones 400 mil habitantes en Lima.
“Son muchas familias que podrían perjudicarse si esta planta resulta inutilizada. Estas instalaciones pasaron a ser administradas por el Estado, a través de Sedapal, y se han constatado fallas estructurales en ella”, señaló el presidente Ollanta Humala, quien agregó que el gobierno ha dispuesto que este caso sea investigado por la Contraloría.
La obra fue ejecutada y administrada, inicialmente, por un consorcio formado por las empresas Camargo Correa (Brasil) y por la compañía francesa OTV, durante el segundo gobierno aprista, por 820 millones de soles. Sin embargo, hace 19 días, esta pasó a ser manejada por Sedapal, según Ramón Huapaya, gerente de esta empresa estatal, la cual constató graves falencias y deficiencias en sus instalaciones.
Se informó que la planta de Huachipa genera el 5% de agua para Lima. Ahora los distritos de Carabayllo, Los Olivos, San Martín de Porres, San Juan de Lurigancho, Puente Piedra y sobre todo Comas podrían quedar afectados.
Se espera además que en el futuro pueda atender a más distritos de Lima norte.
Abastecimiento en Lima
“Con nuestro sistema de captación y tratamiento de agua podemos asegurar a la población de Lima y Callao que no va a haber problema de desabastecimiento de agua. La Atarjea va a incrementar la producción en esta temporada”, señaló Huapaya.
Informó que se ha diseñado un plan de contingencia para que el servicio de agua potable no se interrumpa ante cualquier desastre que pueda originar el fenómeno El Niño. Agregó que la planta de Huachipa seguirá funcionando.
El citado consorcio se encargó del diseño de la planta de tratamiento y, posteriormente, de la construcción hasta el 2011; luego asumieron el mantenimiento sin notar los daños que había en las estructuras.
Sedapal ha denunciado este caso ante la Contraloría de la República y se aseguró que se realizará una auditoría exhaustiva para hallar las causas de esta deficiencia, e identificar si el problema fue por diseño, construcción o mantenimiento.
“La responsabilidad recaerá en las empresas contratistas, Camargo Correa y la compañía OTV; las dos tienen que responder. Las obras de ingeniería son reparables, y el gasto será a costo de las empresas encargadas de la obra”, agregó el funcionario de Sedapal.
En tanto, representantes del Sindicato de Trabajadores de Sedapal expresaron su indignación ante este hecho que agrede a la empresa e indicaron que la obra debió durar 30 o 50 años sin fallas.
No supervisaron
Por su parte, Nidia Vílchez, ministra de Vivienda durante el gobierno de Alan García, culpó a Sedapal del mal estado de la planta de tratamiento de agua de Huachipa.
“La concesión se realizó conforme a ley, pero habría sido la falta de mantenimiento lo que ocasionó los daños. El contrato indica que la empresa debía hacerse cargo de ello y Sedapal supervisarlo, pero ello no habría ocurrido así”, dijo la exministra.
Reiteró que el problema viene por la falta de mantenimiento y no porque la obra esté mal hecha. Ahora habrá que esperar las investigaciones.