Al advertir el bullicio que genera el tráfico vehicular o las obras públicas y privadas en el país, el ruido urbano parece incontrolable. Y en Lima y Callao ese panorama es aún más desolador porque son pocos los municipios que tienen alguna regulación específica sobre contaminación acústica.
Esta situación, además de perjudicar actividades cotidianas, expone a las personas a males auditivos diversos, entre ellos el dolor temporal, lesiones físicas en los tímpanos o la pérdida total o parcial de la audición (ver infografía).
Según el último reporte del Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA), en Lima solo siete distritos tienen ordenanzas, planes o programas para identificar, controlar y sancionar la emisión excesiva de ruido.
Se trata de las comunas de Los Olivos, Barranco, Miraflores, El Agustino, Santiago de Surco, San Luis y Santa Anita.
El mismo informe señala que dichos distritos también son los únicos que, hasta la fecha, han realizado un diagnóstico de calidad ambiental por contaminación sonora.
El resto de los 46 municipios evaluados en Lima y Callao están en proceso de elaboración o tienen normas de orden general, aclaró OEFA.
A ese grupo de comunas se suman otras 12 que ejecutan acciones de fiscalización sin tener normas específicas.
En Lima, en este conjunto se incluyen a Puente Piedra, La Victoria, Magdalena del Mar, San Borja, San Isidro, Surquillo, Ate, Cieneguilla y La Molina. En el caso del Callao están La Perla y La Punta.
También existen municipios que tienen instrumentos de medición de ruido (sonómetros), pero no los utilizan porque los dispositivos no se encuentran calibrados o no han contratado personal capacitado para operarlos. Aquí se incluye a San Martín de Porres, Pueblo Libre, Rímac, San Miguel, Lurín y Pucusana.
Lima y hospitales
El informe de la OEFA no incluye a la Municipalidad Metropolitana de Lima, entidad que recién en mayo de este año aprobó su Programa de Vigilancia y Monitoreo de Contaminación Sonora.
De acuerdo con este documento, el último «mapa de ruido» del Cercado de Lima se actualizó en 2013. No obstante, para este año se han programado 60 acciones de fiscalización en igual número de puntos críticos.
En 2015, según se consigna en el Plan anual de Fiscalización Ambiental de Lima, OEFA supervisó 224 puntos distribuidos en 43 distritos.
Ese año se detectó que en el 100% de las zonas de protección especial (27 hospitales o colegios) la medición superó los 50 decibeles (dB), que es el límite máximo fijado en la legislación nacional.
Según el Seguro Social de Salud (EsSalud), todos los hospitales de la capital tienen dicho problema, lo que afecta los procesos de recuperación de los pacientes porque impide la conciliación del sueño o del descanso.
En las zonas residenciales analizadas, el 97% (38 puntos) superó la barrera de los 60 dB. En las zonas comerciales, el 90% (108 puntos) excedió los 70 dB. En cuanto a los sectores industriales, en el 22% (2 lugares) el ruido registrado está por encima de los 80 dB.
Claves
Según la Fiscalía Especializada en Materia Ambiental, el cruce de la Av. Abancay con el Jr. Cusco es el punto con más ruido en Lima, con 81.7 decibeles (dB).
El Código Penal sanciona con pena de cárcel no mayor de dos años a quienes emitan ruidos que excedan el límite de 50 dB en el día o 40 dB en la noche.