Tomar un taxi en la vía pública (no en paraderos) y regatear el costo del viaje, antes de abordar el vehículo, es una práctica muy común entre los limeños. Negociación previa que se espera eliminar en el futuro.
La Municipalidad de Lima busca implementar taxímetros en los 89.811 vehículos autorizados por el Servicio de Taxi Metropolitano (Setame). El objetivo es estandarizar las tarifas de los recorridos y evitar el aumento de los taxis informales, que hoy se cuentan en cerca de 100 mil, según la fundación Transitemos.
Esta iniciativa forma parte de un plan integral del municipio para modernizar el taxi metropolitano, y contempla varios proyectos: la construcción de paraderos especiales y el mejoramiento del plan de chatarreo para retirar vehículos antiguos, entre otros.
El Comercio accedió al expediente enviado por la comuna limeña al Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) para sustentar este plan integral. En el documento se plantea una inversión total que ascenderá a más de S/.608 millones. De dicho monto, S/.112 millones (18%) serán destinados a la instalación de los taxímetros.
COSTO POR KILÓMETRO
El taxímetro es un dispositivo instalado en el vehículo que brinda el servicio de taxi para calcular el costo del viaje. Para establecer el cobro, el dispositivo considera distintas variables: número de kilómetros recorridos, minutos de espera en el tráfico, horario en que se brinda el servicio, etc.
Regularmente, se fija una tarifa mínima para el uso del taxímetro, sin importar la extensión del recorrido. Por ejemplo, en Bogotá, el dispositivo cobra US$0,65 (S/.2) al usuario solo por abordar el taxi. También se aplican costos adicionales por el tiempo en el que el vehículo está detenido en pleno servicio.
Con el tráfico que existe en la capital, donde un vehículo podría pasar hasta 20 minutos sin avanzar, los limeños terminarán pagando tarifas altísimas, explicó Félix Cabrera, especialista en planeamiento de transporte.
“Es muy probable que los usuarios opten por los taxis informales para evadir el taxímetro. La prioridad del municipio debería ser la mejora del transporte público. Si el ciudadano tiene un sistema de transporte masivo eficiente, no se verá obligado a tomar un taxi”, agregó Cabrera.
El experto en movilidad Lino de la Barrera indicó que la implementación del taxímetro es una medida positiva, pero que podría verse afectada por la poca institucionalidad del servicio de taxi en la capital.
Actualmente, el municipio provincial del Callao ha formalizado a unos 45.000 taxistas, quienes además están autorizados a recorrer las vías de Lima Metropolitana.
“Nada garantiza que las autoridades chalacas decidan invertir en la instalación de estos dispositivos en las unidades que autoriza. No serviría de nada que se plantee esta medida en Lima y no en el Callao”, subrayó De la Barrera.
El municipio limeño aún no ha detallado cómo ni cuándo funcionará el taxímetro en la capital. Al respecto, la Gerencia de Transporte Urbano (GTU) de Lima precisó a El Comercio que el Instituto Nacional de la Calidad (Inacal) debe emitir primero una norma técnica para asegurar el adecuado funcionamiento del dispositivo.
“Ante esa situación, la GTU ha solicitado al Inacal –mediante un oficio– la elaboración de dicha normativa”, explicó la entidad edilicia a este Diario.
APLICATIVO PARA EL USUARIO
Otra novedad que plantea la Municipalidad de Lima es la creación de un aplicativo móvil para el taxista y el usuario. Según la comuna, a través de este sistema se mejorará la seguridad durante el viaje y se podrá alertar a las autoridades en caso de algún incidente (accidente, asalto u otros).
Al igual que los servicios de taxi por aplicativos móviles, el pasajero podrá visualizar los datos del conductor registrado previamente en el Setame. Este proyecto está en pleno desarrollo y se podría incluir en una próxima norma municipal.
Tanto el taxímetro como el aplicativo móvil fortalecerán al Setame frente a la competencia privada y profesionalizará el servicio público, afirmó Alfonso Flórez, director de Transitemos.