Reciente concurso de arquitectura convocado por la Municipalidad de Lima y la inmobiliaria Los Portales ha premiado los mejores trabajos innovadores para emplearlos en sectores periféricos de Lima. Los proyectos ganadores fueron el Atrapanieblas, la puesta en valor de la huaca El Paraíso y la Canchita-Centro Cultural.
El polvo invade los callejones del caótico asentamiento humano El Milagro, en Villa María del Triunfo. Desde los años noventa, cuando se tomó este espacio desértico por la necesidad de tener un terreno donde vivir, poco a poco otros miles de pobladores se sumaron, lo que ha generado un desorden que no parecía tener fin. Sin planificación urbana, los problemas sociales, como la inseguridad, se hicieron evidentes.
Ante ello, y para que el panorama de este lugar pudiese cambiar, en los próximos años se ejecutarán proyectos que buscan recuperar o crear en espacios culturales y sociales de Lima como es el caso de El Milagro.
Uno de los proyectos –el Parque Atrapanieblas, elaborado por el arquitecto Marius Bastian Ege– venció en la categoría proyecto arquitectónico del concurso Juan Günther, organizado por la Municipalidad de Lima y la inmobiliaria Los Portales. Este reciente concurso tuvo como objetivo estimular entre los jóvenes y expertos las dos grandes vocaciones del arquitecto limeño: la arquitectura y la historia.
ATRAPANIEBLAS
«Desde los noventa, el poblado El Milagro está creciendo constantemente. A partir de acciones coordinadas, las familias invaden la zona para colonizar y construir sus casas. Está claro que en nuestra sociedad un asentamiento humano se puede formar en pocos días», comentó Marius Ege.
Hace algunos años, el arquitecto empezó a elaborar el proyecto que buscaba aprovechar los territorios ecológicos, ricos en flora, con los que cuentan Las Lomas de Villa, ubicadas a pocos metros del asentamiento humano y convertirlas en una atracción turística y mejorar la calidad de vida en la zona y generar una fuente de ingresos.
No solo se pondrá en valor el parque y su entorno verde, también se obtendrán muchos beneficios como proteger las lomas de futuras invasiones. «El parque incorporará diferentes estrategias y técnicas como la agricultura urbana, atrapanieblas y talleres para la comunidad», agrega Ege.
¿Cómo funciona un atrapanieblas? Se retienen las gotas de agua microscópicas que contiene la neblina, y se dirigen a un canal que va a un tanque de riego y, tras ser purificadas, esa agua se usará para regar los campos de cultivo.
Pero el proyecto no queda allí, pues se tiene previsto trabajar con el abono de las chancherías ubicadas muy cerca de la zona. Este elemento natural se gasificará en los biodigestores que están en la zona.
Este mecanismo podrá ser aprovechado en los meses de invierno, cuando las laderas de los cerros de Lima se cubren de una extensa vegetación llamada loma costera. Este ecosistema, que aparece entre junio y octubre, nace producto de la humedad que trae consigo la neblina y las lluvias típicas de la estación.
Ahora bien, este proyecto sería incluido en el programa de conservación de Lomas que realizará la Municipalidad de Lima, que apunta a recuperar y proteger 10 mil 375 hectáreas de lomas de ocho distritos del norte y sur de la capital: Ancón, Rímac, Independencia, San Juan de Lurigancho, Surco, La Molina, San Juan de Miraflores y Villa María del Triunfo.
HUACA EL PARAÍSO
En el concurso, en la categoría de Proyectos Arquitectónicos para el desarrollo de la cultura en Lima, el segundo puesto fue adjudicado al proyecto Un parque agrourbano-El Paraíso, trabajo realizado por Kleber Arturo Espinoza Díaz y Juan Carlos Zapata Bolaños, el cual plantea un modelo de parque en la huaca El Paraíso, en el valle del río Chillón, en San Martín de Porres, y donde una de sus pirámides fue destruida.
El proyecto busca que la huaca, que tiene una extensión de más de 64 hectáreas y pertenece al periodo Precerámico Tardío (2000 a.C. a 3000 a.C.), tenga un espacio que salvaguarde el valle, valorice el patrimonio y reconstruya el paisaje existente, sostenido en el desarrollo de conocimiento ancestral de los productos que generaba el valle.
«Busca recuperar el área aledaña a la huaca El Paraíso, este sitio arqueológico fue depredado paulatinamente por el crecimiento urbanístico y el tráfico de terrenos. Este planteamiento pretende recuperar 307,7 hectáreas, que es equivalente a 16 veces el Campo de Marte. Además, lo que tratamos de recuperar es uno de los primeros espacios agrícolas de Lima preincaica», señala Juan Carlos Zapata.
Los desordenados procesos urbanísticos que ha sufrido Lima prácticamente han convertido el valle del río Chillón en un desagüe, probablemente a punto de desaparecer. La contaminación, la lotización de sus parcelas y la destrucción del patrimonio están acabando con lo que antes fue un territorio en armonía.
Ante esta situación, los arquitectos plantean un modelo de parque agrourbano, buscando un espacio que salvaguarde el valle, además valorice el patrimonio y reconstruya el paisaje que en algún memento en la historia existió. El área del parque-agrícola busca servir como un reactor de difusión, congregación y educación para los ciudadanos.
«Este espacio necesita ser recuperado y no con un concepto de espacio público meramente estético o recreativo, sino en un espacio social, ambiental y económicamente sostenible. Y la propuesta parte de delimitar esta área ligada a la huaca, y delimitar las plazas donde existieron sistemas de áreas agrícolas, en pocas palabras, esta edificación antigua conectaba a las personas con el cultivo», agrega el arquitecto Zapata.
LA CANCHITA CULTURAL
Finalmente, el proyecto la Canchita Centro Cultural, de José Augusto Bauer Silva y Augusto Román Moncagatta, ocupó el tercer puesto en el concurso, y propone un espacio público equipado y activo que afiance un sentido de comunidad y fortalezca una identidad cultural.
«Los conteiners de barcos, para ubicar los espacios entre las comunidades y las huacas, se formarán en estos lugares como espacio público. Esta estrategia servirá para conservar el espacio intangible que significan las huacas en Lima, por ello el proyecto busca que la comunidad identifique este centro y se desarrolle una serie de actividades en el local», explica Augusto Román.
Este centro cultural que se instala cerca de una huaca y en las inmediaciones de una comunidad, que usará las instalaciones y donde los arqueólogos tendrán un lugar de intercambio de información con la población. La idea es que el proyecto se replique en otras instituciones, ya que el gasto de instalación no es tan costoso.
HUACAS DE RÍMAC Y PACHACAMAC, PRINCIPALES EN LIMA PREÍNCA
En el premio Juan Günther, en la categoría Proyectos de Investigación Histórica sobre Lima, venció ‘Lima, la antigua comarca de Rímac y Pachacámac, las huacas-oráculos Ychsma, una visión a través de sus frisos y pinturas murales del tiempo de los Incas’, de Pablo Villanueva.
Su investigación analiza los frisos de barro, la pintura mural y la arquitectura asociada en varios sitios arqueológicos de la Lima prehispánica.
Por su parte, Samantha Saona obtuvo el segundo lugar con el proyecto de investigación sobre la ‘Evolución Urbana de la Ciudad de Lima 1535-2013’.
Finalmente, el proyecto ‘Evolución y Desaparición de la Alameda de Acho en el Centro Histórico de Lima’, de Giovanna Bassi y Sandra Zavala, ocupó el tercer puesto.
vía Proyectos que buscan mejorar el rostro de la capital con imaginación | LaRepublica.pe.