Las grasas que provienen de restaurantes e industrias pueden obstruir las tuberías en los distritos capitalinos, advirtió Sedapal.
El arrojo continuo y sin control a la red de alcantarillado de sustancias grasas que provienen de la preparación de alimentos en los restaurantes puede obstruir las tuberías y ocasionar atoros, por lo que es indispensable que esos negocios cuenten con implementos atrapa grasas, advirtió Sedapal.
Sara Sarmiento, gerente de Recolección, Tratamiento y Disposición Final de la institución, anunció que, desde setiembre del 2013, todo comercio e industria deberá contar con su sistema propio de tratamiento para reducir el impacto de las mismas.
Los restaurantes que descargan gran cantidad de grasa están propiciando que se formen cúmulos en las tuberías, lo que cada vez va achicando más el diámetro de las tuberías y, a la larga, genera atoros que hacen que las aguas residuales se desborden a través de los buzones, causando aniegos, explicó Sarmiento a la agencia Andina.
Anotó que, de acuerdo a la nueva normativa sobre valores máximos permitidos de descarga de aguas residuales, los negocios que ejecutan procesos húmedos, las empresas deben contar con sistemas de tratamiento y que, en el caso específico de los restaurantes, es necesario que cuenten con un implemento denominado “atrapa grasas”, que es como un cajón de un metro por un metro de tamaño y que cuenta con divisiones donde se quedaría atrapada la grasa residual que se bota.
“Pero además es importante que se evite echar a la red sanitaria residuos sólidos que obstruyen las tuberías y para eso los restaurantes deben aplicar buenas prácticas de higiene”, comentó.
Sarmiento recordó que el plazo para la adecuación a la norma de las industrias vence el 5 de setiembre del próximo año y que a esa fecha ya deben contar con su sistema de tratamiento.