En el asentamiento humano 27 de Junio, ubicado a la altura de Ñaña, en Lurigancho-Chosica, no hubo reconstrucción ni cambios. Sus pobladores, que resultaron damnificados hace siete meses por los desbordes del río Rímac producto del fenómeno El Niño costero, continúan (sobre)viviendo en carpas. Solo unos pocos vecinos decidieron, pese al peligro, retornar a sus casas.
“Esto no es vida. El Gobierno debe ponerse la mano en el corazón y darse cuenta de que somos seres humanos. No contamos con los servicios básicos. Niños y adultos estamos enfermos y somos hostigados”, contó Elena Allpocca. Al igual que ella, un total de78 familias chosicanas, de este y otros sectores, aún cocinan, comen y duermen en estos espacios reducidos, donde no tienen agua ni energía eléctrica.
INCERTIDUBRE
Según la presidenta de la Asociación 27 de Junio, Mirtha Ortiz Bejarano, desde 2006 solicitaron al Gobierno su reubicación, pues el área que habitan fue declarada de muy alto riesgo no mitigable.
Tras los desastres naturales, dialogaron con Pablo de la Flor, exdirector de la Autoridad para la Reconstrucción con Cambios, a fin de concretar el traslado. Sin embargo, este no se logra.“Tenemos incertidumbre. No sabemos qué pasará con nuestra reubicación por el cambio de director (hace unos días ingresó Edgar Quispe Remón).
El municipio de Lurigancho-Chosica propuso que nos destinen a un terreno del Ejecutivo, pero está en evaluación”, dijo Ortiz Bejarano. Se trata, según Edwar Pagaza Castillo, gerente de Defensa Civil de Chosica, de un club que pertenece al Ministerio de Energía y Minas, y en el cual buscan albergar a las 78 familias que permanecen en carpas, así como a aquellas que viven en zonas de riesgo.
“El Ministerio de Vivienda ha dado a algunas familias afectadas módulos para que vivan momentáneamente, pero en los sectores 27 de Junio, Las Campanillas y Los Cañaverales esto es imposible, porque son áreas vulnerables. Para estos damnificados, hemos solicitado la reubicación”, refirió.
En tanto, el Gobierno anunció que otorgará un bono mensual de S/500 a las familias que viven en albergues para que alquilen, de forma temporal, una casa o departamento. No obstante, los vecinos de Chosica desconocen si estarán incluidos.
PELIGRO LATENTE
El terreno cercano al río Rímac, donde se ubica la Asociación 27 de Junio, continúa en la misma condición en que quedó tras el paso de lodo y piedras: destruido. El riesgo sigue latente, pues no hay muros de contención. Esta situación de peligro se repite en todo el distrito de Chosica.
En Cajamarquilla, en Huachipa, donde los huaicos sepultaron casas y dejaron a decenas de familias sin hogar, no se ha hecho ninguna obra de prevención. La amenaza también acecha a los 60 mil vecinos que son protegidos con las mallas geodinámicas instaladas en nueve quebradas por la Autoridad Nacional del Agua (ANA). En los primeros meses del año, estas barreras retuvieron 10 mil metros cúbicos de sólidos, por lo que necesitan ser descolmatadas.Wilfredo Echevarría, director de la Gestión de los Recursos Hídricos de la ANA, dijo que la limpieza debía empezar en setiembre para que estén operativas cuando inicien las lluvias. Sin embargo, hasta la fecha no se ha ejecutado ningún trabajo.
Por su parte, el jefe de la ANA, Abelardo de La Torre, reveló que recién el Ejecutivo ha transferido los S/6 millones que necesitan para limpiar las mallas. “El trabajo es ahora luchar para hallar un contratista que haga esta labor, pues en algunas quebradas se deberá hacer durante las lluvias”, dijo.
RESPONSABILIDADES
El alcalde de Chosica, Luis Bueno, dijo que hasta la fecha la Autoridad para la Reconstrucción con Cambios no ha desembolsado dinero para los diferentes entes. El costo para reconstruir las zonas afectadas es de S/500 millones. Esto incluye encausar los ríos, obras de mitigación en quebradas, reasentamiento poblacional, reforzamiento de puentes y mejora de pistas.
“En Chosica no hay una sola obra de reconstrucción. Las mallas están colmatadas al 90%, solo el 15% del río Rímac, en Carapongo, ha sido limpiado, falta encausarlo; y el río Huaycoloro continúa igual”, refirió.
Alertó que un total de 100 mil vecinos estarían en riesgo por falta de obras de prevención. Asimismo, Félix Agapito, director del Programa Subsectorial de Irrigaciones del Minagri, aclaró que la descolmatación de los ríos Rímac, Chillón y Lurín están a cargo de la comuna de Lima, la cual debe recibir de la Autoridad para la Reconstrucción más de S/15 millones.Mientras continúan las gestiones, denuncias y lamentaciones, el tiempo para prevenir se reduce y el riesgo se incrementa para la población.
Origen: https://diariocorreo.pe/edicion/lima/reconstruccion-chosica-785706/