La Cámara de Comercio de Lima (CCL) cumple este mes 125 años de vida. Su presidente es Samuel Gleiser, un empresario que ve con optimismo al Perú, a este Gobierno… pero no a la burocracia estatal.
¿Los empresarios deben estar cerca del poder?
Depende de lo que usted considere ‘poder’, porque también hay el ‘poder empresarial’, que debe ser parte del país.
Julio Favre me dijo que, en la práctica, los empresarios ya estaban gobernando el Perú…
Los empresarios hemos hecho país, pero no estoy de acuerdo con Julio. Los empresarios no debemos gobernar, debemos trabajar con los otros poderes del Estado para hacer un país competitivo, un país con futuro. Esto no debe ser una lucha sino una confluencia.
¿No sería bueno que los empresarios tuvieran una representación política?
¿Para qué? Para eso están los políticos. Tomemos el caso de Inglaterra, donde los políticos son profesionales. Lo que debe existir es un servicio civil, es decir, la profesionalización y permanencia de los funcionarios públicos sin importar el gobierno de turno. Acá, en la Cámara de Comercio de Lima (CCL), cuando es necesario decir algo, lo hacemos previa evaluación y acuerdo.
¿La CCL está contenta con este Gobierno?
Yo, personalmente, sí. Hubo un giro positivo que debe ser respetado y apoyado.
¿Por qué es necesaria la existencia de instituciones como la CCL?
La unidad es necesaria para llevar adelante una mística de desarrollo para el país. En la CCL, antes que nuestros intereses tenemos los principios claros; no manifestamos intereses específicos en ninguna actividad económica; buscamos algo más transversal: el interés nacional. Por ello, los gremios deben existir para hacer el ‘check and balance’.
¿Un gremio como la CCL es liberal antes que proteccionista?
Proteccionistas no somos. ¿Liberales? ¿En qué términos? Si es en términos económicos, sí. Debe haber libertad de empresa, libertad de trabajo, de todo. La libertad permite que un país se desarrolle, y el que hoy tenemos es un país en desarrollo, es impresionante.
¿Estamos siendo cada vez más competitivos?
El Perú está siendo frenado por un exceso de burocracia y de una normatividad no necesariamente productiva. Hay trabas que deberían ser eliminadas.
¿Todavía el Estado los sigue tratando como menores de edad, les dice qué hacer, por dónde ir?
Hace 10 o 15 años, el Perú era un país de carencias, es decir, debía administrar lo poco que tenía de forma cerrada pues no podía equivocarse. Pero hoy somos un país en crecimiento, con activos y recursos, entonces, lo que nos frena son las normas hechas para tiempo de carencias. Si no las cambiamos no podremos usar estos fondos, estos activos. En lugar de preocuparnos en tener menos deuda externa, debemos utilizar todas las posibilidades que nos ofrece un mundo donde el dinero está disponible y a costo muy bajo para, sin exagerar y midiéndonos, hacer las inversiones que necesitamos para el desarrollo del Perú. Hablemos de las brechas que tenemos: en infraestructura tenemos un déficit de 85 mil millones de dólares.
¿Este dinero debe ser estatal?
Estamos juntando esa plata pero no la estamos gestionando. Deberíamos estar invirtiendo, sin dudas ni murmuraciones, por lo menos, US$ 10 mil millones anuales en infraestructura para, así, en menos de una década, acabar con esa brecha. Richard Webb, por ejemplo, acaba de publicar un estudio sobre cómo mejora la vida de los pueblos rurales cuando les llega una carretera. El buen alcalde es el que hace que esta se conserve en buen estado.
En lugares como La Libertad e Ica hay pleno empleo, pero mucho es de 750 soles, de sueldo mínimo…
No es así. En Ica, debido a la demanda de empleo, que supera a la oferta, el salario es superior a los 750 soles. Y lo mismo pasa en Piura y, ahora, en Lima. En Cajamarca sí tiene un problema porque hay un personaje (se refiere a Gregorio Santos) que no entiende la diferencia entre hacer patria y hacer política. La mejor prueba de que estamos generando más trabajo del que podemos cubrir es que las FF.AA. tienen que hacer, en la práctica, una leva para completar su gente. Por eso, le digo que lo que estamos viviendo es maravilloso. En este contexto, lo único que debe hacer el Estado es construir infraestructura; lo demás, como dijo un político, viene solo.
¿Este es el mejor Perú que ha visto a lo largo de su vida?
Por supuesto, pero podríamos estar mejor. Estoy convencido de que con una mejor gestión estatal –no es posible que los organismos estatales, las municipalidades y las regiones devuelvan dinero porque no lo pudieron gastar– seguiremos avanzando.
AUTOFICHA
– Estudié Mecánica en EE.UU. Trabajé en Plymouth; luego, con mi papá. Más tarde regresé a Atlanta, donde estudié Ingeniería Textil y fui ‘cazado’ por una gringa.
– Trabajé en Talara. Por la práctica me hice ‘ingeniero en refinerías’. Soy un hombre muy curioso. Decidí dejar Talara por la educación de mis hijos.
– Luego trabajé en Bata y, más tarde, en Ford. Allí aprendí a producir en serie y a ser gerente. Por el golpe de Velasco, me fui a Venezuela. Más tarde compré Cierres Rey.
vía «El Perú está siendo frenado por exceso de burocracia» – impresa | Perú 21.