La mesa de trabajo instalada hace más de un mes por la Municipalidad de Lima para resolver los problemas limítrofes entre Surco y Chorrillos aún no tiene humo blanco. Los alcaldes de las dos comunas han demostrado disposición al diálogo, pero no ceden en sus posturas. Ambos aseguran que un área de cerca de 29 km2 (que comprende 23 urbanizaciones y 34 asentamientos humanos) es parte de sus jurisdicciones.
Según Alfredo Pezo, jefe de la Dirección Nacional Técnica de Demarcación Territorial de la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM), ante un panorama sin acuerdos, la solución puede ser la consulta poblacional. Esto aplica solo si uno de los municipios se opone a la opinión final de la dirección.
Esta opinión final depende a su vez de un primer informe que el Instituto Metropolitano de Planificación (IMP), organismo municipal que lidera las mesas de trabajo, emitiría a mediados de agosto. “Si [las comunas] no están de acuerdo, se puede optar por el arbitraje territorial o la consulta”, resalta Alfredo Pezo.
La ley dispone que los vecinos solo pueden decidir al voto si las zonas en litigio son contiguas. Por ello, Surco incluyó oficialmente en el reclamo un área de 6,6 km de alto que hay entre su jurisdicción y Chorrillos.
Para el director del IMP, Jorge Arce, el problema que existe entre ambas jurisdicciones es un llamado impasse territorial, ya que aún no se ha concretado la zona de conflicto. “Lo que se hace es revisar las leyes de creación, recopilar información cartográfica, tributaria y social de ambos”, señala Arce en referencia a las mesas de trabajo.