Digesa pide clausurar cementerio por operar de manera insalubre y no tener seguridad.
La Dirección General de Salud Ambiental (Digesa) pidió clausurar el cementerio Santa Rosa, en el Callao, debido a su precariedad y a la situación insaluble en la que opera, lo que pone en riesgo la salud de quienes lo visitan y de los vecinos que lo rodean.
Ubicado sobre el cerro La Regla, este peculiar camposanto albergaría hoy a unos 20 mil cadáveres en los 27 mil metros cuadrados por donde se extiende. Está ubicado frente a una cancha de fulbito y muy próximo a las viviendas del asentamiento humano Santa Rosa.
En 1998, la Dirección General de Salud Ambiental (Digesa) ya había constatado que dicho cementerio, creado en 1912, carecía de medidas de salubridad y seguridad, puesto que ni siquiera tiene cerco, lo que generaría tráfico de cadáveres, entierros clandestinos por la noche y riesgo para las personas que transitan por el lugar con el peligro permanente de contraer enfermedades.
Asimismo, en el 2013, mediante el informe 0902013, la Dirección Regional de Salud (Diresa) del Callao recomendó a la municipalidad provincial chalaca la suspensión de las funciones de dicho camposanto, ya que no cumplía -y no cumple- con las condiciones sanitaria y no tiene la infraestructura adecuada.
Los nichos que colindan con las viviendas, la ausencia de cercos y los residuos sólidos que se descomponen en medio del asentamiento humano fueron los motivos por los que la Diresa-Callao le puso el veto a este cementerio. Además, tiene pabellones de diez pisos de nichos, cuando la ley de cementerios establece que sólo pueden contar con seis.
Por ello, el director de Ecologia y Protección del Ambiente de Digesa, el biólogo Elmer Quichiz Romero, refirió que ningún cementerio puede funcionar sino cuenta con la autorización de Digesa o, en este caso, de la Diresa Callao.
«La municipalidad tendría que clausurar ese cementerio. La ley orgánica establece estas competencias. Ningún municipio puede habilitar las operaciones de un camposanto sin el visto bueno de las instituciones que velan por la salubridad de la población nacional», refirió.
Andina conversó con el administrador de este informal camposanto, Nemesio Quispe, quien dijo que sí tienen autorización de la municipalidad del Callao. Según comentó, este espacio le pertenece a la inmobiliaria La Taboada.
Un entierro aquí puede costar entre 650 y 750 soles. Por semana se realizan entre 10 y 15 entierros. A Víctor Pichardo, vecino del asentamiento humano Santa Rosa, enterrar a su sobrina le costó 500 soles y no tuvo que presentar ningún documento como requisito.
«Aquí viene gente pobre», remarca también la señora Delia, quien vende flores desde hace 30 años en las afueras del camposanto y quien ya parece acostumbrada al olor de la informalidad que abunda aquí.
Origen: Digesa pide clausurar cementerio por operar de manera insalubre y no tener seguridad