Objetivo es reducir la vulnerabilidad en obras de menos de cinco pisos. Hasta el momento sólo existían, de forma obligatoria, los ingenieros supervisores de obras públicas. No sucedía lo mismo en las obras privadas, salvo en casos de construcciones de gran envergadura.
El Colegio de Ingenieros de Lima culminó después de siete meses de trabajo, el Registro de Ingenieros Supervisores, quienes darán conformidad a las obras de construcción que se realicen en Lima, en especial las privadas, donde es común obviar dicha certificación, que de cumplirse reduciría la vulnerabilidad.
Así lo anunció el decano del Colegio de Ingenieros de Lima, Francisco Aramayo, quien se mostró optimista con el impacto positivo de dicho documento, que estará en manos de los gobiernos locales a fin de mes.
«Hasta el momento sólo existían, de forma obligatoria, los ingenieros supervisores de obras públicas. No sucedía lo mismo en las obras privadas, salvo en casos de construcciones de gran envergadura. En obras menores de cinco pisos no hay supervisión, buscándose la sola aprobación de los planos. Nadie controla realmente lo que se hace.»
El terremoto de 2007 puso al descubierto la nula supervisión técnica de la mayoría de edificaciones de Pisco y alrededores, que finalmente colapsaron por efecto del sismo.
«Si no hay supervisión, la obra puede hacerse de cualquier manera. Pueden ponerse materiales no solicitados o en las cantidades no adecuadas. Felizmente, ahora hay una ley para reglamentar estos temas.»
Acreditación en colegios
El ingeniero Aramayo relató que se firmaron convenios con el Ministerio de Vivienda para diseñar el esperado registro, a fin de que los colegios profesionales de ingeniería, así como de arquitectos, capaciten y acrediten a ingenieros supervisores de obras.
Informó que se acreditó a una promoción de supervisores, a la que seguirán muchas más, debido a que los municipios de Lima demandarán sus servicios a la par del otorgamiento de licencias de construcción.
«Los profesionales que aparezcan habrán sido capacitados y evaluados por el consejo departamental. Entregaremos una relación de los que estén autorizados para cumplir esta tarea».
Informalidad
Este gran paso dado por el Colegio de Ingenieros de Lima será continuado por las filiales de varias regiones del país, con el objetivo de revertir el 70% de informalidad que rodea al sector; donde no se sacan licencias de construcción, o que contándose con ellas, no se cumplen los planes aprobados.
En la celebración del Día del Ingeniero consideró que para lograr un mayor desarrollo del país se requiere de más profesionales de esta rama. «Debemos revertir el desinterés por esta carrera en las universidades.»
Modificaciones
1 Francisco Aramayo dijo que si bien existen leyes como la 29090 (Ley de regulación de habilitaciones urbanas y de edificaciones) y su modificatoria 29476; hay aspectos que no recogen el rigor técnico que se requiere en el sector.
2 Las normas que autorizan la expedición de licencias temporales para obras de construcción, sin la previa revisión de planos, –sostuvo– es un ejemplo y promueven la informalidad. Propuso revisar estos aspectos.