Durante los próximos cuatro años será necesaria una inversión de unos US$870 millones anuales en infraestructura de redes móviles para poder cubrir el déficit de 17.585 torres que ha identificado Osiptel.
En la actualidad, según el regulador, tenemos instaladas 18.928 estaciones base (donde se colocan las antenas celulares), pero se necesitará montar 17.585 adicionales en los próximos cuatro años, lo cual implicará una inversión aproximada de US$3.500 millones.
La cifra es un poco menor de la calculada el año pasado por los especialistas del sector – 22 mil torres para los próximos cinco años – pero coincide en términos proporcionales, pues finalmente se necesita duplicar la base instalada.
Para lograrlo es necesario al menos mantener el ritmo de ejecución y montaje que manejan los operadores en la actualidad (Telefónica asegura que montan 6 antenas por día). Lo óptimo sería incrementar la implementación de infraestructura para lo cual hace falta reducir las barreras burocráticas que retrasan el inicio de obras en al menos la mitad de los municipios. Desde Afin (Asociación para el Fomento de la Infraestructura Nacional) refirieron que al mes se objetan un 30% de las entre 50 y 80 solicitudes de montado de antenas que tramitan los operadores.
La inversión sería más eficiente, según el regulador, si se diera y fomentara el compartimiento de infraestructura, es decir que una sola torra sirva para instalar antenas de varios operadores. En la actualidad solo el 2% de la base instalada tiene infraestructura compartida, pero con un marco legal que lo incentive podría elevarse la proporción sustancialmente.