Un médico general con conocimiento en adicciones será el responsable del funcionamiento de las comunidades terapéuticas para personas adictas a las drogas, adelantaron hoy especialistas que preparan el reglamento que norma la actividad de estos centros.
La doctora Doris Lituma, directora general de Salud de las Personas del Ministerio de Salud, informó al Diario Oficial El Peruano que el reglamento estará listo a fines de mayo y será aprobado vía decreto supremo.
El documento definirá las obligaciones que deberán cumplir estos establecimientos y garantizará que un equipo multidisciplinario de profesionales se haga cargo del tratamiento y del manejo de la crisis.
«Es un importante cambio porque la presencia de personal idóneo avalará la calidad del programa, y las crisis severas que se produzcan entre los pacientes podrán derivarse a los establecimientos especializados», explicó.
Estadísticas de la Asociación de comunidades terapéuticas peruanas señalan que aproximadamente 400 de ellas están en condición de informales. Por eso –explicó Lituma–, la normativa busca formalizarlas y regular la calidad del servicio que ofrecen, luego establecer las sanciones respectivas para los casos de incumplimiento.
Ingreso voluntario
También reconoció que el reglamento exige a las comunidades respetar la voluntad del paciente, salvo que sea menor de edad. «En ese caso, el internamiento será con autorización del tutor o a solicitud del curador si el paciente es un interdicto», sostuvo.
Para que el reglamento se cumpla a cabalidad, la funcionaria manifestó que el Minsa, como ente rector, se compromete a inspeccionar el cumplimiento del contrato terapéutico y lo que establece la norma.
En caso se encuentren irregularidades, se aplicarán las sanciones respectivas como pago de Unidad Impositiva Tributaria (UIT), cierres temporales o definitivos si el establecimiento no respeta las obligaciones establecidas.
Atención diferenciada
Si bien el representante de Cedro, Milton Rojas Valero, coincidió con la funcionaria en destacar ambos aportes, para el especialista, la atención diferenciada entre los pacientes adolescentes y adultos, por ejemplo, es muy importante. En el caso de los menores de 18 años, se requieren terapias dirigidas para evitar la adicción.
Por la experiencia que tiene Cedro en orientar y atender a jóvenes universitarios, se ha podido elaborar un perfil clínico del consumidor de drogas. Este empezó a consumir alcohol a los 13 años, pues el antecedente de adicciones de la familia es justamente el abuso con el alcohol.
«Lo importante es hacer una detección precoz del problema para, de manera ambulatoria, elaborar un plan de tratamiento dirigido al menor», puntualizó Rojas.
Hay responsabilidad
El responsable del programa Lugar de escucha de Cedro, Milton Rojas, afirma que las comunidades terapéuticas también son responsables de la mala oferta de servicios que tienen porque no han sido proactivas con las direcciones de salud del sector.
«Pudieron informar sobre el funcionamiento de estas instituciones, si cumplían con el programa de tratamiento o no lo hacían. Mantuvieron hermetismo, no obstante que el incendio, en un centro de San Juan de Lurigancho, obligaba a ser más responsables», aseveró.
Rojas afirma que entre la diversidad de organizaciones que agrupan a estos centros no hay coherencia, y tampoco sirven como soporte al Minsa para orientar el tratamiento.
vía Profesionales conducirán los centros terapéuticos para adictos a drogas.