Diálogos interceptados por escuchas de la policía revelan que seudodirigentes del ramo de construcción civil extorsionaban a constructoras en Lima y provincias. El segundo de la Central de Trabajadores del Perú (CTP) exigía contratos fantasmas y porcentajes por cada obra.
“Mira, escúchame, yo a las obras que voy no les cobro un sobre; lo que yo hago es ir a una empresa, le saco porcentajes y, a veces, la empresa te dice que la obra va a durar 10 meses, y no quieren que entre ningún personal. Pero si sacamos cuentas, si el sindicato mete 50, saca tu cuenta, 50 personas por 500 diarios, 500 a la semana, por 10 meses, estamos hablando de un monto alto y entonces sí arreglamos con ellos. Para hablar bonito, ellos te darán 50, 20, 30 mil soles, pero que no entre nadie, que entren solo dos o tres, y ya normal, sacamos sobre, para la movilidad”.
Este es un extracto de una centena de comunicaciones interceptadas por la policía y la fiscalía especializada desde el 2012 a un grupo de extorsionadores.
En la comunicación intervenida, José Tafur Díaz (a) «Loro» describe a su cómplice, preso en una prisión limeña, la modalidad extorsiva utilizada por las constructoras: obligar a la empresa a pagar montos de S/. 50 o S/. 30 mil, más contratos fantasmas, a cambio de controlar el sindicato.
Tafur Díaz es, según la Policía Nacional, uno de los principales miembros de la organización liderada por Carlos Roncagliolo Gutiérrez, (a) “Colchón”, el vicepresidente de la Central de Trabajadores del Perú (CTP) y secretario general de la Federación de Construcción Civil y Actividades Afines.
Las comunicaciones telefónicas de Tafur Díaz y Roncagliolo Gutiérrez fueron intervenidas desde abril del 2012 hasta agosto de este año.
Las escuchas permitieron a las autoridades probar que el dirigente Tafur era el mismo que se identificaba con el apelativo de «Loro» cuando coordinaba por teléfono la estrategia a seguir con las constructoras.
EXTORSIÓN DISCIPLINADA
De acuerdo con el contenido de los diálogos, el grupo criminal de Roncagliolo Gutiérrez se habría apropiado por montos anuales que van de medio millón a 11 millones de soles.
Estos ingresos proceden del cobro de cuota sindical ( S/. 10 semanales por trabajador); Seguridad llamado en la jerga «chalequeo» o «paz laboral» (De 10 o 20 mil soles mensuales), trabajadores fantasmas (hasta ocho contratos por obra) y un porcentaje equivalente al 2% o 3% del valor total de la obra.
Cuando se inicia una obra, los dirigentes como Carlos Roncagliolo se acercaban a los representantes de la constructora para acreditarse y pactar el ingreso de un número determinado de asociados. Una vez alcanzada esa cantidad, estos formaban un Comité de Obra y comenzaban las llamadas extorsivas.
Lo primero que exigían era el pago adelantado y en efectivo de la cuota sindical. Por ley cada trabajador de construcción civil debe aportar S/. 10 semanales a su sindicato sin mayor control o fiscalización del Ministerio de Trabajo.
Adicionalmente, los extorsionadores obligan a la empresa a firmar de tres a ocho contratos, dependiendo del tamaño de la obra, y de acuerdo al criterio de los dirigentes sindicales o de personas que ellos designen, que pueden ser familiares o amigos.
Esta modalidad delictiva se hace evidente en una conversación telefónica que «Loro» mantiene el 7 de noviembre del 2012 con un desconocido, a quien le pide ir a Cartavio a cobrar un adelanto de una obra y firmar un contrato.
«Que se vaya dentro de una hora o dos horas nomás…escúchame, al tío que fueron a verlo el otro día para que lo cobre, el tío va a dar inicial, que le diga cuánto va a dar de inicial y cuánto va a dar mensual.. lo más importante es que ese tío me va a dar mi contrato de trabajo, quiero que se vaya y lo hable, pe .. Mi viejo tiene un modelo de contrato de trabajo que llevó de acá, que le pida el combo y que lo lleve esa nota, el tío me va hacer mi contrato de trabajo, no puedo armar sin contrato de trabajo», explica el dirigente de la CTP Roncagliolo Gutiérrez.
PORCENTAJE
Tras arreglar los contratos a dedo, exigían un porcentaje del costo total de la obra. En caso la empresa no aceptaba, el llamado Comité de Obra se declaraba en huelga bajo cualquier pretexto y los ingenieros, sus familiares y los equipos de la compañía serán amenazados y en muchos casos agredidos.
También exigían pagos diversos a las empresas para establecer una «paz laboral» supuestamente para asegurar a la empresa que no vuelvan a presentarse inconvenientes futuros.
En una comunicación del 8 de noviembre del 2012, «Loro» cuenta a un sujeto conocido con el apelativo de «Mego» que se apresure, que deben ir al distrito de San Miguel, donde hay una obra de Colbiza, «para ir a amedrentarlo y suelte la chamba».
Cuando las empresas no quieren pagar o los mismos obreros reclaman el control al que son sometidos, son golpeados y, en el peor de los casos, asesinados. Las amenazas directas son evidentes en las conversaciones sostenidas entre los sujetos conocidos como «Mengo» y «Choco», el 20 de noviembre del 2012.
–Mengo: escúchame una cosa, yo te puedo perdonar, porque tú eres mi amigo, él también es mi amigo, pero la gente que está atrás mío, esa no te va a perdonar, viejo. Esa es la cosa, trata que todo salga bien.
–Choco: Claro, claro.
–Mengo: Pero la vaina, compare, van a ir contra ti y contra el chato, bueno fuera que vayan contra tu persona…van a ir contra tu familia… esa es la vaina, compare, trata que salga bien.
–Choco: Sí, pero nosotros estamos que te pasamos todo el dato.
–Mengo: Por eso te digo, esa vaina, compare, ese cuadernito tiene que ir lo más pronto posible».
FIRMAS EXTORSIONADAS
Cuando en abril del 2012 los directivos de la empresa española Abengoa Perú se acercaron a la fiscalía en criminalidad organizada a denunciar las extorsiones de Carlos Roncagliolo, estos señalaron que las presiones venían desde el 2009. Abengoa era obligado a pagar cupos por unas obras de infraestructura que realizaban entre Huacho y Sayán y cuando se negaron a pagar el ingeniero Bonifacio Tafur Vásquez y un familiar suyo en Lima fueron atacados por hombres armados. Precisamente, en conversaciones interceptadas a «Loro» se habla de un viaje a Huaura para «darle curso a un muchacho».
«Normal, si trae más mejor porque el «Viejo Paco» también quiere comprar, Yuri quiere comprar dos, tiene como cuatro lucas el Yuri, quiere gastarlo todo en fierro», dice el «Loro» en una conversación sobre la compra de armas con su respectiva licencia.
CONSTRUCTORA ABENGOA ERA EXTORSIONADA DESDE EL 2009
El dirigente Carlos Roncagliolo Gutiérrez fue detenido por la policía el pasado 7 de agosto cuando transitaba por la avenida Universitaria, San Martín de Porres, junto a José Mendoza Cupe. El otro implicado, José Tafur Díaz, está prófugo.
La titular de la fiscalía de criminalidad organizada ha acusado a Carlos Roncagliolo de los delitos de asociación ilícita y extorsión. La investigación policial a Roncagliolo Gutiérrez comenzó en abril del 2012, tras la denuncia que presentara la empresa de capitales españoles Abengoa Perú SA.
Sin embargo, la filial española ya había sido víctima de una extorsión de parte de Roncagliolo y un grupo de dirigentes desde el 2009. Por ese entonces, el sindicato era acusado de enfrentarse a balazos con otras organizaciones por el control de las obras de construcción del cono norte de Lima.
Durante la pasada gestión aprista, este sindicato ganó presencia por su simpatía con el partido de gobierno, al punto que logró que el Estado reconociera como organización gremial a la Federación de Trabajadores en Construcción Civil y Afines del Perú, paralela a la histórica organización fundada por el desaparecido Pedro Huilca.
Abengoa, es la misma compañía constructora que anunció hace tres días que contrató al ex presidente Alan García como integrante del Consejo Asesor Internacional.
vía Extorsionadores de construcción civil recibían hasta S/. 11 millones anuales | LaRepublica.pe.